domingo, diciembre 07, 2008

Con corrupción no hay República
Como argentina, deseo vivir en un sistema plenamente democrático, con diputados y senadores, intendentes y gobernadores, representativos de la ciudadanía y no, burócratas calculadores y esclavos de sus privilegios.
Ver fantasmas donde no los hay, resulta funcional a la inoperancia y malversación de fondos públicos. El Poder Judicial ausente me avergüenza. Causas flagrantes durmiendo en cajones olvidados me hacen pensar en lo costoso e inmoral del “Plan Justicia Cero”.
La siembra de confusión constante para dividir, unido al hecho de que el combustible de la corrupción es el dinero, me convence cada día más de la necesidad que exijamos cuentas claras, simples y accesibles a todos y cada uno de los argentinos. Si se ponen trabas, si se oculta, es porque no puede mostrarse.
Creo que, si como sociedad seguimos conviviendo con la corrupción, como si se tratara de un mal inevitable, no llegaremos nunca a vivir en una República, algo por otra parte razonable, porque tampoco la mereceríamos.
Adriana Guanzetti

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